Por Laura Solórzano (@LauSolorzano)
Definición previa de MMC: “Mientras Me Caso”, dícese del tipo de fémina que a pesar de todo lo que haga su único objetivo en la vida es casarse y una vez alcanzado dicho propósito será simplemente una excelente ama de casa. Esto, antes de que salten los (as) histéricos (as), no tiene absolutamente nada malo, simpre y cuando usted lo acepte, es decir, se vea al espejo y diga: “¡Hola! Me llamo (inserte su nombre aquí) y soy del tipo MMC y soy feliz con eso”.
Y, gracias a que últimamente veo muchas de ese tipo comencé a notar algunas cosillas que llamaron mi atención. Así que decidí hacerles algunas preguntas porque realmente no las entiendo, sobre todo porque en mi cabeza del siglo XXI, eso no cabe. Casarme sí, tener hijos sí, pero dedicarme sólo a “eso” es imposible e impensable. Entonces tengo sólo 5 preguntas:
- Cuando eras niña y jugabas con tus Barbies y todo lo que tenía ella tú: ¿Eras la empleada o la dueña de la heladería?
- Cuando jugabas con niños tú: ¿Siempre te imponías y jugaban a la casita o te turnabas para jugar fútbol y beisbol y también lo otro?
- ¿Cómo haces para tener siempre una perfecta combinación de ropa, zapatos, accesorios? No importa dónde estés (lo he notado, además es característico también de algunos tipos de MM). Esto es admirable, de verdad que sí.
- ¿Te aplicas maquillaje permatente? Suelo desconfiar de las mujeres que están TODO el tiempo maquilladas, digamos algo tienen que estar ocultando debajo de tanto, pero tanto maquillaje. He notado también que sin importar la hora, lugar, tráfico, clima y rostro nunca brilla, tus uñas son perfectas y el cabello como recién salido de la peluquería.
- Y por último mi querida MMC ¿Cómo haces para que siempre todo esté en orden?
A veces siento que te envidio un poquito, a pesar de que seas como del siglo pasado, sólo porque puedes hacer esas cosas que yo ni de chiste. Yo puedo hacer otras cosas, pero ninguna en este ámbito. Sin embargo, después de pasar unos segundo por lo que sería mi mundo si fuese MMC recuerdo que amo mi vida y mi realidad de mujer del Siglo XXI.